David Smith - Washington
Desde la antigua oficina de Pete Buttigieg en South Bend, Indiana, se podía ver el hospital donde nació, iglesias construidas para inmigrantes irlandeses y polacos y una fábrica que fabricaba gabinetes para máquinas de coser Singer. “Este era el Silicon Valley de su época”, dijo el entonces alcalde a The Guardian en febrero de 2019.
Casi cuatro años después, Buttigieg ocupa una posición más elevada. Como secretario de transporte de Estados Unidos, su fotografía enmarcada se encuentra junto a las de Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris en el vestíbulo del Departamento de Transporte . El edificio está ubicado en Navy Yard, un vecindario en el río Anacostia que es sede del equipo de béisbol Washington Nationals.
Buttigieg ha pasado de dirigir una ciudad de 100.000 habitantes a un departamento cuyo presupuesto es mayor que el producto interno bruto de la mayoría de los países. “Como alcalde, por supuesto, trabajé en una amplia gama de temas: cualquier cosa que sucediera en la ciudad era mi preocupación”, recuerda en una entrevista previa a la Navidad con The Guardian en Washington.
“Pero aquí trabajas con un alcance y una escala abrumadores. El alcance va desde los viajes espaciales comerciales hasta la supervisión de nuestra Academia de la Marina Mercante , por lo que no solo aviones, trenes y automóviles, sino todo lo demás ”.
El ascenso meteórico ayuda a explicar por qué Buttigieg es ampliamente visto como material potencial para la presidencia en 2024, 2028 o más allá. Habla ocho idiomas, estuvo en Harvard, Oxford y McKinsey, se convirtió en alcalde antes de cumplir los 30 e hizo el servicio militar en Afganistán. Ganó las asambleas electorales presidenciales demócratas en Iowa en 2020 pero, quizás lo más importante, supo cuándo era el momento de hacerse a un lado para que el partido pudiera unirse en torno a Biden.
Ahora Biden tiene 80 años y Buttigieg 40, hasta su próximo cumpleaños el 19 de enero. Algunos demócratas anhelan ver un cambio generacional, especialmente si los republicanos nominan a Ron DeSantis, el gobernador de Florida de 44 años, para presidente en 2024. El sitio web Politico destacó recientemente las actividades de sus aliados en un grupo de “dinero oscuro” y acción política. comité bajo el título provocativo "La campaña de Pete en espera".
Pero parte de las formidables habilidades de comunicación de Buttigieg es negarse a morder ese anzuelo. Insiste con precisión digna de IA: “Tengo las manos más que ocupadas con mi trabajo diario y un trabajo a la vez es suficiente. Y es un gran trabajo y tengo un gran jefe y estoy orgulloso de ser parte de este equipo”.
Sin lugar a dudas, el trabajo diario ofrece mucho para masticar. La infraestructura estadounidense ocupó el puesto 13 en el mundo en 2019, según el Foro Económico Mundial . Esta fue la nación que erigió los rascacielos más altos y hermosos, construyó un sistema de carreteras interestatales y puso a un hombre en la luna. Pero en las últimas décadas ha habido una sensación de vuelta hacia adentro, de declive y abandono , a medida que Asia y Europa avanzaban con relucientes aeropuertos y trenes más rápidos.
¿Donde empezó a ir todo mal? Una respuesta es el presidente Ronald Reagan, un gran exponente del capitalismo de laissez-faire que declaró memorablemente que las nueve palabras más aterradoras en el idioma inglés son "Soy del gobierno y estoy aquí para ayudar".
Buttigieg, que no se disculpa por pertenecer al gobierno y está aquí para ayudar, dice: “El comienzo de la era Reagan provocó un círculo vicioso de confianza pública, en el que se despojaron al gobierno de los recursos. Se volvió más difícil para el gobierno cumplir con las personas y luego esas fallas en las políticas redujeron la confianza en el gobierno, lo que hizo que las personas fueran más reacias a confiar el dinero de los contribuyentes al gobierno, lo que significó aún menos recursos y peores resultados.
“El ciclo de desinversión se ha estado acumulando prácticamente durante toda mi vida y parte de lo que es tan emocionante de este momento es la oportunidad de restablecer la confianza pública al hacer grandes inversiones para obtener grandes resultados para generar confianza pública en las cosas que podemos hacer juntos. a través de una buena política pública y una buena inversión pública. ”
Biden, abiertamente crítico con la economía de goteo de Reagan, se dispuso a cambiar el paradigma. Después de largas negociaciones con el Congreso, incluidas llamadas telefónicas nocturnas y varias declaraciones de que el acuerdo estaba muerto, el año pasado firmó una ley de infraestructura bipartidista de un billón de dólares.
El dinero se gasta, o se gastará, en la reconstrucción de carreteras, puentes, puertos y aeropuertos, la mejora del transporte público y los sistemas ferroviarios, la sustitución de tuberías de plomo para proporcionar agua limpia, la limpieza de la contaminación, el suministro de Internet de alta velocidad y la entrega de energía más barata y limpia. – y creando miles de puestos de trabajo.
Un año después, la administración ha anunciado más de $185 mil millones (£154 mil millones) en financiamiento y más de 6900 proyectos específicos que llegan a más de 4000 comunidades en todo el país. Esto incluye 2800 proyectos de reparación y reemplazo de puentes y $3 mil millones para 3075 mejoras en aeropuertos .
La legislación entregó al ex “alcalde Pete” la mayor inyección de efectivo en el sector del transporte desde las carreteras interestatales de la década de 1950. Él entiende cuánto depende de ello. “Lo que está en juego en esta legislación de transporte, y el presidente también habla de ello de esta manera, es más que solo los elementos básicos”, dice.
“Realmente es una oportunidad para reivindicar el sistema democrático sobre algunos de los sistemas que están tratando de desafiarnos ahora mismo en este siglo. Suena un poco cósmico, pero eso realmente es parte de lo que está sobre la mesa en este momento con nuestra responsabilidad de cumplir”.
La ley bipartidista permitió a la Casa Blanca alardear de que, si bien la " semana de la infraestructura " fue un chiste durante la presidencia de Donald Trump, su sucesor está entregando una "década de la infraestructura". Buttigieg comenta: “Como se pueden imaginar, no soy fanático del presidente Trump. Diré que esta es la única vez que me engañaron. De hecho, pensé que lo iban a hacer porque hablaba de eso todo el tiempo.
“Hubiera sido una buena política y todos querían que sucediera, habría beneficiado a la economía y aún así no pudieron lograrlo. Entonces, después de cuatro años de golpes de pecho y grandes promesas sin resultados, esta administración sabía, este presidente sabía, que ya era hora de hacer algo y resultó que el apetito público estaba allí, el espacio para negociar estaba allí. ”
Incluso los republicanos que votaron en contra de la ley, calificándola de "lista de deseos socialistas", están felices de cosechar los beneficios . “Es difícil no reírse cuando recibo una carta de algún miembro del Congreso, invariablemente un miembro republicano del Congreso, que declaró que esta legislación es basura o gasto social derrochador o lo que sea que ahora dice que este es un financiamiento que realmente necesita llegar a mi distrito. para estas necesidades. Pero al final del día, reivindica nuestro enfoque”.
Buttigieg quiere ser "estratégicamente desvergonzado" al colocar letreros en proyectos activos para asegurarse de que la ley obtenga el crédito que merece. La infraestructura no es como la política fiscal donde, de un plumazo, la gente siente los resultados al instante. “A menudo le digo al equipo: parte de lo que estamos haciendo es construir catedrales y la naturaleza de las catedrales es que la persona que celebra la inauguración puede no haber estado allí cuando se colocó la primera piedra.
“Pero debido a que estamos haciendo tanto a tantas escalas diferentes y en tantos lugares diferentes, la verdad es que hay una variedad de proyectos en los que ya hemos hecho un gran esfuerzo, mejoras que se sentirán muy rápidamente en algunos de las catedrales más grandes que tardarán años y años en construirse”.
De hecho, los demócratas insisten en que algunos de los efectos positivos ya se están sintiendo. El senador Mark Warner de Virginia tuiteó el 19 de diciembre : “Semana tras semana, la ley de infraestructuras está dando sus frutos. Está ampliando carreteras como la I-64, mejorando aeropuertos, arreglando puentes que se están desmoronando y construyendo nuevas ciclovías. Está revitalizando nuestras comunidades y haciendo que cada día de viaje sea mejor.
Las disposiciones de la ley para abordar el racismo sistémico han sido atacadas por republicanos y otros de la derecha. El senador Ted Cruz tuiteó con sarcasmo: “Las carreteras son racistas. Debemos deshacernos de las carreteras”. DeSantis comentó : “Escuché algunas cosas, algunas cosas raras del secretario de transporte tratando de hacer esto sobre problemas sociales. Para mí, un camino es un camino”.
Buttigieg está listo para tener ese debate. A menudo señala que la frase “en el lado equivocado de las vías”, refiriéndose a la parte indeseable de la ciudad, es indicativa de cómo un ferrocarril o una carretera no solo conecta sino que también divide . “Como he tenido esta conversación en todo el país, es sorprendente cómo, dondequiera que esté, puedo ver en las caras que asienten cuando menciono esto que las personas están visualizando la versión de su propia comunidad.
“Hablo de esto no para andar regañando a nadie sino precisamente porque tenemos los medios para hacerlo mejor y por eso es tan desconcertante ver la resistencia a eso, porque, si tienes que elegir entre tener un lugar más dividido o menos dividido por líneas raciales a través de opciones de infraestructura de transporte, ¿por qué no querrías que estuviera menos dividido?”
Al menos mil millones de dólares (831 millones de libras esterlinas) ayudarán a reconectar ciudades y vecindarios que habían sido segregados racialmente o divididos por proyectos viales. Pero la legislación también se trata de incluir a las empresas y los trabajadores que se han quedado fuera en el pasado.
“Hay algunas cosas impresionantes, y a veces conmovedoras, que están ocurriendo en los oficios de la construcción, por ejemplo, que en muchos lugares están abriendo sus puertas a trabajadores de color y mujeres que serán excelentes trabajadores calificados y obtendrán buenos ingresos para construir sus familias alrededor. que simplemente nunca tendría esta oportunidad en la última ronda de grandes inversiones en infraestructura en este país”.
El transporte aporta más gases de efecto invernadero a la economía estadounidense que cualquier otro sector; Buttigieg quiere que sea parte de la solución climática ya que la ley de infraestructura promete una red nacional de cargadores de vehículos eléctricos . Los accidentes de tráfico matan a unas 40.000 personas al año , comparable con la violencia armada y mucho peor que en otros países; Buttigieg encuentra esto inaceptable y espera que los autos autónomos puedan ser parte de la solución.
La secretaria, que habla en párrafos más pulidos de lo que escribe la mayoría de la gente, se ha mostrado dispuesta a hacer tales argumentos en la cadena conservadora Fox News de Rupert Murdoch en una serie de apariciones que se han vuelto virales . Es el tipo de alcance a territorio hostil que evoca comparaciones con el espíritu de bipartidismo de Biden, y alimenta las conversaciones sobre una futura candidatura a la Casa Blanca.
Él explica: “Hay muchas personas que sintonizan redes ideológicas, como espectadores de buena fe que quizás nunca escuchen la perspectiva de nuestra administración si no estamos presentes. No soy el único que lo hace, pero me ha sorprendido ver que se ha convertido en una especialidad.
“No se puede culpar a alguien por rechazar nuestro enfoque si, literalmente, nunca nos han escuchado defenderlo, especialmente cuando se trata de transporte, donde la mayor parte de lo que estamos haciendo en realidad es ampliamente entendido y popular, pero hemos Tengo que recordarle a la gente eso.
“Puede ser difícil en un espacio, y Fox es un ejemplo, que tiende a ofrecer más cobertura de algún ángulo controvertido en torno a los vehículos eléctricos o la justicia racial que la que ofrecería cualquier cobertura de los miles de proyectos específicos en los que estamos invirtiendo en todo el mundo. país. Tengo que salir y decirle a la gente. Mientras me tengan, lo seguiré haciendo”.
Buttigieg se mudó recientemente de un estado rojo, Indiana, a uno cada vez más azul, Michigan, con su esposo Chasten y sus dos hijos pequeños. El 13 de diciembre, la pareja estaba en el jardín sur de la Casa Blanca para ver a Biden firmar la Ley de Respeto al Matrimonio , que protege los matrimonios entre personas del mismo sexo e interraciales según la ley federal.
El secretario reflexiona: “Estar sentado con Chasten y ver al presidente convertir eso en ley fue realmente conmovedor y tranquilizador. No deberíamos tener que depender de un margen de un voto en la corte suprema para proteger algo tan importante como millones de matrimonios y creo que el Congreso lo reconoció, y creo que el público estadounidense lo reconoció. ”
El cambio en las actitudes públicas se ilustró en las elecciones de mitad de período del mes pasado, donde por primera vez los candidatos LGBTQ se presentaron a las elecciones en los 50 estados y el Distrito de Columbia, y donde Tina Kotek de Oregón y Maura Healey de Massachusetts aseguraron que EE. UU. tendrá una fuera gobernadora lesbiana por primera vez. El propio Buttigieg estaba en demanda como sustituto de campaña para varios candidatos demócratas.
Un artículo del New York Times sobre él en junio de 2016 se tituló "¿El primer presidente gay?" Entonces, ¿Estados Unidos ahora está listo? “ Estoy seguro de que sucederá”, dice. “Lo que estamos viendo en este momento es lo bueno, lo malo y lo feo. La buena noticia es que tenemos este progreso en cosas como el matrimonio y la representación en el liderazgo superior. La mala noticia es que llega en un clima de derechos que se retiran en la corte suprema de EE. UU., incluidos potencialmente más de los derechos ganados con tanto esfuerzo de la comunidad LGBTQ.
“Y lo feo es que ves un nivel de focalización por conveniencia política, en mi opinión, impulsado por muchas figuras que no quieren hablar sobre su falta de soluciones en otros temas, eso realmente puede ser costoso e incluso físicamente peligroso para las comunidades vulnerables en este momento. Puede conectar la retórica que hemos visto y parte de la legislación que hemos visto en las legislaturas estatales, con la atmósfera a veces violenta, especialmente hacia los jóvenes transgénero, pero en todos los ámbitos para las personas vulnerables de esta comunidad”.
La entrevista llega a su fin en una sala de reuniones donde una pared está dominada por los rostros de exsecretarios de transporte en ordenadas filas. Las ambiciones rooseveltianas de Biden parecen destinadas a convertir a Buttigieg en el titular del cargo más poderoso hasta el momento.
“Es bueno verte, y diferente del piso 14 en South Bend”, dice afablemente al salir. "¿Quién sabe dónde te veré la próxima vez?"
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