ARTURO ARIAS-POLO
La música de Los Beatles sigue viva. La novedad es que ahora se escuchará en la voz de Willy Chirino en su disco homenaje al legendario cuarteto que revolucionó la música popular a nivel mundial entre 1960 y 1970.
My Beatles Heart (Eventus Music) estará disponible a partir del martes 19 en todas las tiendas del país y en internet. La producción incluye Because, Come Together , Across the Universe y otros clásicos de los chicos de Liverpool “traducidos” al estilo del salsero cubano.
“Desde hacía muchos años quería hacer un disco con la música de los Beatles porque desde que tocaba la batería, cuando era teenager, ellos siguen siendo una influencia en mi trabajo”, expresó Chirino poco antes de iniciar una sesión fotógrafica para El Nuevo Herald.
All You Need Is Love, Yellow Submarine, Drive My Car y Blackbird figuran en la “difícil selección” que hizo el salsero en el escaso tiempo que le robó a las giras que realizó por Europa, Estados Unidos y varios países latinoamericanos en los últimos dos años.
“Siempre he sido un fanático ardiente del repertorio de Los Beatles. De hecho, mi familia y yo lloramos cada vez que vemos Love, el show del Cirque Du Soleil con su música que se presenta en Las Vegas. Y cuando Paul McCartney hace un concierto en Miami no nos lo perdemos”, reveló.
Chirino recordó que cuando vio al cuarteto por primera vez en televisión quedó impresionado por su look.
“En esa época yo no me fijaba tanto en la música. Sólo me llamaba la atención cómo se vestían y la gritería que armaban sus fanáticas”, confesó. Sin embargo, poco a poco se dio cuenta de que “sonaban muy bien” y enseguida comenzó a comprar sus discos hasta hoy, en que aún no sabe si sumarse al bando de los fanáticos de John Lennon (1940-1980) o de Paul McCartney.
“Pero yo también era fanático de Ringo Starr y George Harrison”, aclaró. “Lo que ocurre es que cuando escucho a Lennon digo que es el mejor hasta que pongo una canción de McCartney. Y si lo hago al revés pienso lo contrario. McCartney es más melódico y Lennon es mucho más poético”.
Entre otros temas, el intérprete recordó que pese la escasa comunicación que existía entre los cubanos del exilio y de la isla en los años 60, sabía que allá se prohibía la música de los Beatles en los programas de radio. Sin contar que se perseguía a los jóvenes que se peinaban como ellos y se les acusaba de tener “problemas ideológicos”.
Las copias piratas que circulaban de mano en mano, conocidas por el nombre de “placas”, mantenían a la juventud actualizada con los éxitos del cuarteto.
“Siempre estuve al tanto de lo que ocurría en Cuba y aunque yo desconocía la música que se tocaba allá, sabía que los Beatles estaban prohibidos. Lo irónico es que después hicieron una estatua a John Lennon y no hace mucho abrieron una taberna en La Habana que se llama El submarino amarillo”.
El salsero nunca vio a los Beatles en vivo ni tampoco asistió al programa de Ed Sullivan donde ellos participaron durante su visita a Miami, en 1964. Sólo muchos años después, del apogeo de la banda coincidió un día con George Harrison (1943-2001) en una tienda de Nueva York.
“Yo estaba con [la cantante] Lissette [su esposa] en el departamento de niños de Bloomingdale’s y de pronto miré a mi izquierda y descubrí a Harrison. Entonces Lissette se acercó a saludarlo y luego me llamaron. El fue muy agradable con nosotros, pero yo estaba tan tenso que ni pude pedirle un autógrafo”.
En contraste con ese momento, Chirino no está nervioso por las críticas que pudiera recibir de los beatlemaníacos cuando escuchen su tributo cubanizado en el cual, asegura, se respetó la esencia de Helter Skelter, I`ve Just Seen a Face, Obladi Oblada, I’ll Follow the Sun/Here Comes the Sun, Get Back The End y el resto de los temas.
“No pienso que me criticarán. Sino todo lo contrario”, subrayó. “Estoy seguro de que los conocedores de la música de los Beatles disfrutarán este disco porque se hizo con mucho respeto”.
El cantautor afirmó que la mayoría de los temas mantienen los tonos y armonías originales, “pero sí cambiaron de sabor”. Por otra parte, la decisión de grabarlos en inglés nunca fue un punto a discutir.
“Las canciones suenan mejor en su idioma original. Sobre todo si son universales”, precisó. “Y las canciones de los Beatles no son una excepción”.
Chirino destacó que en la realización de My Beatles Heart contó con la colaboración de Juan Carlos Valladares, su arreglista y director musical, y su ingeniero de sonido Waldy Domínguez, “dos personas esenciales que pusieron cuerpo y alma en este disco”.
Chirino explicó también que, a pesar de la escasa comunicación entre el exilio y los residentes en Cuba, en los años sesenta tuvo conocimiento de que en la Isla se prohibía la música de Los Beatles en los programas de radio.
“Siempre estuve al tanto de lo que ocurría en Cuba y aunque yo desconocía la música que se tocaba allá, sabía que Los Beatles estaban prohibidos. Lo irónico es que después hicieron una estatua a John Lennon y no hace mucho abrieron una taberna en La Habana que se llama “El submarino amarillo”, comentó el músico al rotativo.
Entretanto, el salsero se dispone a filmar el video musical Yellow Submarine en una discoteca del downtown de Miami mientras prepara un concierto con los temas del disco que tendrá lugar en el Adrienne Arsht Center for the Performing Arts el 10 de septiembe.
El álbum My Beatles Heart será distribuido por Sony Music y ha sido editado por el sello Eventus Entertainment.
La discografía de Chirino abarca más de 30 álbumes originales. El cantautor ha recibido discos de platino por Oxígeno (1991) y Acuarelas del Caribe (1990), mientras que Zarabanda (1985), South Beach (1993), Asere (1995) y Afro-disiac (2000) consiguieron el de oro. En el 2004 recibió un Grammy por su álbum Son del Alma.
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